Historia del Caballo Chileno de Pura Raza

Por Arturo Montory Gajardo-Santiago-Chile.
Criador-Investigador-Historiador del caballo chileno.  (22 libros publicados).
Socio Asociación de Criadores de Caballos Chilenos de Llanquihue-Palena.
Propietario de criadero Paicavi.

Capitulo IV

Los caballos chilenos mas famosos del 1700 al 1800 eran los de origen “cuevanos” de familia De las Cuevas y los Quilamutanos, que era una hacienda de Melipilla-Alhue de la familia de Santiago Valenzuela el cual desde 1790 al 1813 fue dueño de hacienda Quilamuta, la que en 1853 pasó a manos de los hermanos Santiago y Ramón Toro, pero todos caballos de raza chilena.

El autor francés Charles Wiener conoció a los “quilamutanos” y sobre ellos escribe estas páginas históricas.

 chile

La foto del potro quilamutano fue tomada en 1887, según el texto el potro tenía 5 años. Debe haber nacido entre 1882 y 1880.
La caballeriza que aparece en la foto aun está en pie dentro del recinto de Viña Cousiño-Macul.

Libro "Chili/chiliens, París 1888 de Charles Wiener. "Etalon pure sange chilien, race quilamutana. Chili central".

Este libro es un documento fidedigno porque el autor se entrevista con J. M. Balmaceda y Ministros del Gabinete (A. Edwards, P. Cuadra) que dura de 1886 a 1888.
Esta es la octava edición 1888.
Por ende la foto debe haberse sacado entre 1886-1887.
El chileno que da la indicación para sacar la foto, sabía que los quilamutanos ejemplificaban la raza (Junto a los cuévanos).
En el texto el autor se admira de la diversidad y matices de las capas del criollo, pero no dice del de la foto, nacido, según mi calculo entre 1880/1882.
La montura es “apero chileno puro antiguo”, “casco sin pellones”, yo mismo se lo vi a los Ruiz Tagle en Colina y figura en cuadros de Don Rafael Correa que he visto.
Son preguntas abiertas aun. Por demás eran los mismos caballos, Aculeo, Quilamuta, El

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Es extraordinariamente laudatorio del caballo chileno, pura sangre del país, en lo físico y lo moral.

Para conocer bien el contenido del libro me contacte con mi amigo Olivier Albers propietario del criadero La Araucanía en Curacautin, y de nacionalidad Suiza, que viaja por varios meses cada año a Chile, que tradujera algunas páginas relativas al caballo chileno.
El autor Charles Wiener
Texto donde aparecen los caballos chilenos:   

 “Visitamos establos y potreros para entrar en las caballerizas y examinamos el caballo chileno.
Descendiente directo del caballo andaluz importado por los conquistadores, degeneró en su estatura consecuencia de condiciones higiénicas pocas favorables que le están ofreciendo, se nota superior a las otras razas conocidas en cuanto a energía, sobriedad y resistencia al cansancio; es común de encontrar caballos de 30 años sirviendo.
La cabeza la tiene un poco pesada, ligeramente convexa y mediocremente amarada o unida (al cuello), el cuello delgaducho, la cruz baja (escondida) y los miembros anteriores un poco bajos, común en el animal acostumbrado a alimentarse en el suelo o piso.
El pecho ancho y la grupa “chupada” (corta)
Las capas son muy diversificadas, no solo encontramos todas los matices  conocidas, también combinación de colores que en Europa caracterizan las especias bovinas.
Es supuestamente la consecuencia de la estadía de los caballos en potrero de donde salen libre después de para trabajar.
Cuando a los (caballos) que ingresan a las caballerizas, se acuestan en el mismo el suelo sin cama (paja) y no conocen ni la escobilla tampoco la rascadera, solo por haber los vistos en los escaparates de los comerciantes en las calles de Santiago.
La alimentación consiste en forraje verde al cual se agrega un poco de paja.
Los caballos de uso-trabajo nunca comen grano.
Para los caballos de lujo avena esta cambiada por cebada.
A pesar de esta dieta, la suma de trabajo que podemos obtener de esos caballos más que todo como montura se ve sorprendente. Podemos recorrer hasta 80 km diario sin que el caballo demuestre cansancio.

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Poco apto a otras tareas, se nota buen carrocero aunque chico.
Enganchado a colosos el tira, arrastra y remolca cargas que no tienen  relación tampoco con su estatura ni con su volumen.
El sortea en forma brillante las montañas, con pie seguro y su liviandad y agilidad admirable.
Vemos gente del país bajando trotando o galopando pendientes y senderos muy inclinado y con desnivel fuerte, no podemos imaginar ver lo mismo en nuestro país, Francia.
Eso son sus cualidades físicas, cuando a su temperamento moral,  se nota una gran mansedumbre y docilidad, no patea, anqué siempre sea mal tratado, no se defiende y contesta a excitaciones y provocaciones doblando de voluntad, docilidad.
Sus cualidades hacen de este un caballo de guerra de primer orden.
Han importado desde hace pocos años distintas variedades de caballos conocidos en Europa.

El herraje chileno es funesto.
Aquí se recortan los pies (casco) hasta la sangre. Es común el ajustar la herradura al pie, “aquí actúan al revés”.
Toman cuatro herraduras, trabajan a frio - los instrumentos se componen de un martillo a cabeza muy alargada, una tenaza a frio para cortar los clavos y para cortar los cascos, un par de “tricoise”- tenazas del herrador y a contrario de pujavante, una herramienta parecida a un pequeño “arado” que empujamos con la espalda partiendo de los talones –ranilla- en pinza.
Cuando esta clavada la herradura, se apoya el pie en un tronco mientras un ayudante levanta el pie opuesto, el artista del lugar (peyorativo) corta con una tijera todo lo que sobresale de la herradura.
Los ajustes y detalles son desconocidos.

Los caballos de país tiene un valor promedio vendido 308 en Santiago, valdrían de 1’000 a 2’000 francos en Paris.
Los chilenos trabajan los caballos demasiado jóvenes, es frecuente ver a caballos de dos años tirando un coche, consecuencias, tienen miembros y aplomos llenos de defectos musculares y óseos.
En el haras y criadero Hacienda de Macul de Arturo Cousiño son muy lindos los establos y caballerizas. Tienen guardados alrededor de una veintena de potros, entre chilenos, Cleveland, Ingles, Clydesdale, Percherones.
El caballo de “paso” es un tipo común – la gente del país trotan poco por el mal estado de las rutas y se cansan muy rápido por la marcha poco cómoda en el tipo de montura “scelle” indígena (chilena) que ocupan.
El galope suave es la marcha preferida, el caballo la mantiene una hora hasta más con una o dos personas en grupa o anca.
En la reacción del caballo chileno es sumamente relevante su docilidad.
Enganchados, estos animales trotan bien.
Es una forma de andar y trotar en que no falta la elegancia.
Los “vaqueros” (huasos)  guiando sus rebaños tienen la costumbre de una vez lanzados al galope, apretar contra un obstáculo o un muro a un buey hasta chocarlo y volverlo.
Ese “servicio” se obtiene solo montando los pura sangre chileno.

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Citamos por ultimo a los poney de Chiloé, seguramente descendientes de los poney que se ven en las ferias del norte de España.
Ellos igualmente son degenerados como talla y presentan uno del más pequeño modelo de caballo que conozco.
Unos no miden mas de 1m. tienen generalmente la cabeza demasiado gruesa.
En relación a su población agrícola, el Chile se encuentra en relación a su producción animal en avance frente a varios países europeos.
Es suficiente pasear y visitar y conocer las grandes haciendas del país para dar se cuenta
Visitamos/recorrimos una hacienda como la de Macul y encontramos al lado de los campos de trigo, de alfalfa y de las praderas, 300 ha. de viña de Cos d’Estournel (viña muy famosa en Bordeaux) una bodega por 40’000 hectolitros, una moderna instalación de cosechadora, lagar y prensa.
Un haras con una decena de potros chilenos, tres percherones, un anglo-normando, un clydesdale, dos Cleveland, un Norfolk, varios caballos de carrera y aproximadamente 400 yeguas.
Un establo con seis “durhams”, una granja con fabrica de mantequilla y queso.
Una “base cour” (corral con patos, aves y gallinas) un invernadero con plátanos, llamas, ciervos, una huerta, un vergel (con frutales) así también un parque admirable.
No conozco una vista panorámica más linda que Peñalolén con su “manoir” (casa) Francois, primer edificio construido por un arquitecto francés (M. Littaut) situado en una terraza a los pies de la cordillera, de donde bajan en cascadas, encuadrado de mármol, una pileta con las aguas brotando en un chorro y en ramo en medio de los jardines.
Ese estero irriga y riega los amplios campos y praderas de esta propiedad quien se extiende alrededor del castillo.
Otra gran hacienda es Bucalemu perteneció a Claude Vicuña, produce en lana, en animales, en trigo, “bon an mal an” (entre buenos y malos años), cerca de 3’000’000 de francos.
La Peña la gran propiedad, finca y hacienda de propiedad del Agustín Edwards Ross no produce más, es imposible de evaluar lo que vale para la agricultura chilena a la cual vende anualmente miles de animales cruzados con las más finas razas europeas.
En resume, son pocos los países que entienden y aplican mas prácticamente las nuevas tecnologías que Chile”.


Stud Book de la Raza Chilena.
Caballos chilenos inscritos por Arturo Cousiño.

Salitre N° 83 por Chiñiguano Viejo 100 NCF y Verdolaga, nacido 1886, tordillo negro.
Japonés N° 84 por Salitre y China, nac 1892, rosillo azorzalado, pie derecho blanco.
Naipe N° 85 por Salitre y Baraja, nac 1892, bayo cariblanco y patas blancos.
Concón A N° 86 por Salitre y Placilla, nac. 1892, rosillo moro, tapado pata derecha blanca.
Mechero I N° 87 por Salitre y Lámpara, nac. 1892, rosillo colorado, cariblanco, manos y pie blancos.

mechero

Libro de Uldaricio Prado:

El Chiñiguano:
Este famoso Jenerador fue originario de la hacienda Chiñigue del departamento de Melipilla, y de propiedad de Juan Agustín Alcalde.
La familia caballar formada en Chiñigue se distinguió siempre por sus excepcionales aptitudes al trabajo, de todos sus individuos, siendo la docilidad y la resistencia a las fatigas, las cualidades que más se hacían notar en los caballos de esta procedencia. El origen de esta familia caballar, no la podemos precisar con exactitud pero data de tiempos que remontan a los primeros años del siglo pasado, según lo indicamos al tratar las familias contemporáneas de los caballos “cuevanos”.
Las figuras que acompañamos corresponden a dos de los reproductores de esta nombrada casta, que permanecieron cierto número de años en poder de Arturo Cousiño, en el criadero Macul, desde 1890 a 1900.