Socio Asociación de Criadores de Caballos Chilenos de Llanquihue-Palena.
Propietario de criadero Paicavi.
Capitulo VI
Los Registros genealógicos de la raza.
Año 1890
En el mes de noviembre de 1889, nace la inquietud de abrir un registro especial para reproductores caballares de “raza chilena” al interior de la Sociedad Nacional de Agricultura.
El directorio la sometió a discusión durante largo tiempo y el más entusiasta defensor fue don Raimundo Valdés, que quería un registro para apartar la raza del mestizaje.
Según él decía: “la raza ofrece excelentes cualidades, adaptables a todos los usos, en condiciones que la hacen acreedora a especiales recomendaciones, aconsejaba, hacer uso de todos los medios posibles para sostener su tipo y buscar su mejoría”.
El día 22 de Diciembre de 1890, en una sesión memorable de la S.N.A., fue aprobada “la proposición” de crear un registro, hecho que se agradece a la tenacidad de don Raimundo Valdés Cuevas.
Al principio costó bastante convencer a algunos importantes hacendados de la utilidad del registro, y había que crear los reglamentos internos y forma de operar para lo cual se solicitó cooperación al Club Hípico, institución ya con muchísima experiencia en el tema registros, la que prestó con gusto sus servicios en ayuda de la raza chilena.
Por fin el día 20 de Agosto de 1893 se publicó en el Boletín Oficial de la S.N.A. el primer reglamento destinado a abrir los registros genealógicos y lo más importante establecer el origen de los animales.
En un principio fueron aprobados por revisión ocular efectuada por una comisión especial, 15 potros y 300 yeguas.
Para continuar se comunicó mediante una carta a los criadores del país que desearan inscribir productos que hicieran llegar los antecedentes de ellos que conocían y merecían fe.